1 Q’anil — The Seed of Creation
The Beginning of a New Trecena. A Portal for Rebirth.
With the arrival of 1 Q’anil, the sacred Seed, we step into a new trecena — a 13-day cycle carrying the luminous energy of fertility, creativity, and conscious rebirth.
Q’anil brings us the gift of new beginnings and the gentle yet powerful reminder that all new life must emerge through the mystery of transformation. Just as every seed must first die to be reborn, so must we surrender what is no longer alive within us to welcome what is ready to bloom.
This is the sacred dance of polarity — life and death, decay and renewal, silence and sound. Each moment, each energy offers two faces, two teachings. Those who learn to embrace both — without resistance, without judgment — discover the true treasure hidden in the heart of the duality.
Every plant, when it reaches its peak, releases its essence in the form of a seed. That seed falls to the earth, alone in the darkness. Beneath the surface, it rests in the moist, quiet soil — cold, unseen, and waiting. It carries within it the entire blueprint of what it will become. It trusts the cycles. It surrenders to the process. Its skin will break. It will ache. And still, it allows.
Because only through death, can life be reborn. Q’anil asks us:
Are you willing to die to your old self so that something luminous and true may take root? Are you ready to open your heart, to expand in love, to birth the dreams and visions that Spirit has placed within you? Perhaps what is being born is not a project, but a new way of seeing. A more compassionate, joyful, and embodied way of living — for you and for all beings.
In this trecena of Q’anil, we are blessed with the energy to be reborn — again and again. And in this year of Iq’, the wind — thoughts, ideas, dreams, and messages from Spirit flow swiftly. There is a sacred urgency now. A call to listen. To anchor the visions coming through the air, through the breath of Spirit, into the womb of the Earth.
All around the world, hearts are waking. People are dreaming of community, of ecovillages, of regenerative living, of healing spaces, of new ways of loving and being. These are not fantasies — they are the whispers of consciousness itself, moving through us. The winds of change are guiding us toward unity, healing, and remembrance.
This is your invitation:
Plant a seed. A real, physical seed. Watch it. Tend it.Witness the time it takes to sprout. Let it teach you patience, trust, and the magic of becoming.
You are not separate from this Earth. You are not too small. You are part of the divine choreography of Consciousness. An essential thread in the weaving of the new world.
Honor the process. Honor your process. Be bold. Be soft. Stay awake. Let go of what no longer serves. Step forward in love, in courage, in ceremony. Your presence matters in the cosmic unfolding.
Kikitemal pa ri kak´a q´ij (que tengas una Buena trecena).
With love and respect
🌱✨
1 Q’anil — La Semilla de la Creación
El Comienzo de una Nueva Trecena. Un Portal para el Renacimiento.
Con la llegada de 1 Q’anil, la Sagrada Semilla, entramos en una nueva trecena — un ciclo de 13 días que porta la energía luminosa de la fertilidad, la creatividad y el renacimiento consciente.
Q’anil nos trae el regalo de los nuevos comienzos, junto con el suave pero poderoso recordatorio de que toda nueva vida debe nacer a través del misterio de la transformación.
Así como toda semilla debe morir primero para renacer, también nosotros debemos soltar lo que ya no vive en nuestro interior para dar la bienvenida a lo que está listo para florecer.
Esta es la danza sagrada de la polaridad — vida y muerte, decadencia y renovación, silencio y sonido.
Cada momento, cada energía, ofrece dos rostros, dos enseñanzas.
Quienes aprenden a abrazar ambos —sin resistencia, sin juicio— descubren el verdadero tesoro oculto en el corazón de la dualidad.
Toda planta, al alcanzar su punto máximo de crecimiento, libera su esencia en forma de semilla.
Esa semilla cae a la tierra, sola en la oscuridad. Bajo la superficie, reposa en la tierra húmeda y silenciosa —fría, invisible, esperando.
Dentro de sí, guarda todo el plano sagrado de lo que llegará a ser.
Confía en los ciclos. Se entrega al proceso.
Su piel se romperá. Dolerá.
Y aun así, permite.
Porque solo a través de la muerte, puede renacer la vida.
Q’anil nos pregunta:
¿Estás dispuesto a morir a tu antiguo yo para que algo luminoso y verdadero pueda echar raíz?
¿Está tu corazón listo para abrirse y expandirse en amor, para dar a luz los sueños y visiones que el Espíritu ha depositado en ti?
Quizás lo que está naciendo no es un proyecto, sino una nueva manera de ver, de vivir — una forma más compasiva, gozosa y encarnada de caminar por el mundo, para ti y para todos los seres.
En esta trecena de Q’anil, recibimos la bendición de renacer — una y otra vez.
Y en este año de Iq’, el Viento —los pensamientos, las ideas, los sueños y los mensajes del Espíritu fluyen con rapidez.
Hay una urgencia sagrada ahora.
Un llamado a escuchar.
A anclar las visiones que llegan por el aire, por el aliento del Espíritu, en el útero de la Tierra.
En todo el mundo, los corazones están despertando.
Las personas sueñan con comunidad, con ecoaldeas, con formas de vida regenerativas, con espacios de sanación, con nuevas formas de amar y de ser.
No son fantasías — son susurros de la conciencia misma, moviéndose a través de nosotros.
Los vientos del cambio nos guían hacia la unidad, la sanación y la memoria ancestral.
Esta es tu invitación:
Planta una semilla.
Una semilla real, física. Obsérvala. Cuídala.
Sé testigo del tiempo que tarda en brotar.
Deja que te enseñe paciencia, confianza y la magia del devenir.
No estás separado de esta Tierra.
No eres demasiado pequeño.
Eres parte de la coreografía divina de la Conciencia.
Un hilo esencial en el tejido del nuevo mundo.
Honra el proceso. Honra tu proceso.
Sé valiente. Sé suave.
Permanece despierto.
Suelta lo que ya no sirve.
Avanza con amor, con coraje, en ceremonia.
Tu presencia importa en el despliegue cósmico.
Kik’itemal pa ri k’ak’a q’ij (Que tengas una buena trecena).
Con amor y respeto
🌱✨
